miércoles, 9 de noviembre de 2011

Fade out

Querido Zi:


Todo se desvanece... siento como las escaleras del edificio solitario se convierten en una superficie resbalosa en donde caer no sería ningún acontecimiento extraordinario, o ínfimamente cómico siquiera, pues no hay testigos. Me aferro al café (quizás el último) como si fuera ambrosía de la esperanza. No hay tiempo, ni abrazos, ni voces, y la luz está fatigada. Mi cabeza da vueltas. La fría pared es el único suspiro al que me he podido aferrar por unos segundos, pero mi cuerpo ya no puede más. Hace frío. Desearía un lugar donde dormir. La yerba está húmeda. Ni una voz... me pregunto si en algún centímetro de piel aún aguarda la esperanza. El fantasma de una rata ha atravesado la habitación, mientras el silencio se vuelve corporal.





1 comentario:

Anónimo dijo...

Sile sigues escribiendo a Zi así, se va a ir a la casa de adobe que aguardo por ti... bien sin el segundo párrafo