lunes, 22 de febrero de 2010

Umbral

¿Cómo respirar bajo el agua,
cómo hacerlo?
Los ojos se nublan y pierden
entre el gris reflejo.
Me pregunto donde estoy
y si volveré a la superficie;
te preguntas si me seguiré
hundiendo.

domingo, 14 de febrero de 2010

Dos barcos


Frente al océano,
que siempre deseé mirar contigo,
he escrito tu nombre en la arena.
Pretendo con un vaso de agua dulce
despejar los rastros de sal;
dentro de ese mismo vaso quise
atrapar el último rayo de sol antes
del ocaso.
Quisiera por un momento que
estuvieras cerca,
como quisiera también ver crecer
una flor entre las olas.
Lejos,
dos barcos se alejan.
Lejos,
un colorido pez da vueltas.
La noche llegó y la brisa que
deseé sentir contigo me empuja
hacia atrás,
pero el recuerdo de tu dulce voz
es agua dulce con la que pretendo
endulzar el mar.
Mis pies bajo la arena.
Mi cabeza en otro lugar.
Nunca más el mar.
Algo en mí se retuerce.
Lejos,
junto al horizonte,
dos barcos se han perdido
en medio de la noche.

Soñaba con la nieve


Cielo e infierno blanco,
gélida atmósfera cerca del sol.
El sueño y el miedo parecen juntarse
y ser uno solo.
¿Dónde estoy?
El desierto se encuentra a pocos
pasos pero el abismo es aun más
cercano...

viernes, 5 de febrero de 2010

Cadáver

La oscura habitación
parece alojar un fantasma.
El polvo de la ventana
no me permite mirar;
imagino que tras el candado
habrá una historia no
publicada.
Los insectos entran y
salen a su antojo,
son tan pequeños pero
tan omnipresentes.
Quisiera forzar la puerta.
Las fuerzas no me acompañan
ni la barraca.
Quisiera volar la
habitación pero
la piromanía está
restringida.
Qué haré ahora.
Romperé la ventana.
La asfixia es instantánea.
Mil gotas de lluvia atrapadas
descendieron y me hicieron
trizas,
el gas se apodera silencioso
de mi pleura...
los insectos,
tan diminutos y omnipresentes,
entran y salen por doquier...

No sé qué decir

A veces, por más que lo intente, no puedo hallar una palabra que pueda definir un momento. Confusión, quizás, sea el término más fácil para designar la perturbación; no busco la salida fácil. A veces, la música, por sí sola, es mucho más efectiva, si bien es cierto que la poesía tiene su propia musicalidad. Intentar traer al pasado de vuelta, pasando por encima de cualquier elipsis para burlar la nostalgia, es otra espiral con el poder de entristecer; vivir el presente, como una pluma suspendida en el aire, no parece una solución efectiva tampoco. "Que el tiempo se ocupe de todo", parece resumir una existencia sin agravios, pero con mucha angustia interior; estar recostado frente al televisor, haciendo zapping, gastar las horas en el computador releyendo spams, hojear viejas revistas, contar estrellas, personas, yerba... a veces, simplemente, la inspiración no llega.