lunes, 18 de marzo de 2024

Sandra

Caminábamos por las calles,
A veces de la mano,
A veces divagando.
Imaginando muy poco, quizás,
este mundo del presente que era mañana entonces.
Aún escucho a dos pasos de nuestra escuela
(donde todavía vivo),
el eco de nuestros gritos, 
cuando todos callan y no hay un solo auto o una sola nube.
Cuán lejos estaremos ignoramos el uno del otro,
cuán cercanos peor aún.
El árbol donde meditabas a solas,
¿lo habrán podado ya?
Escucho cual espía una lejana conversación nuestra, 
en la radio de nuestros recuerdos.
¿Los chicos de hoy,
serán como los chicos del mañana?
A veces el azar es el destino disfrazado de corazón,
nos empuja cual si estuviésemos siempre a punto de caer. 
El árbol donde meditabas a solas,
¿lo habrán talado ya?
Aún escucho a dos pasos de nuestra escuela
(donde viviré quién sabe hasta cuándo)
el eco de nuestra despedida,
cuando todos los autos han llegado a casa y las nubes siguen en su guarida.
A veces el corazón es un destino disfrazado de azar,
sin un 'Control Z' incluído. 
Caminamos por las calles,
A veces divagando,
A veces a solas.
Imaginando en el presente,
el mundo del mañana.