sábado, 29 de junio de 2013

Turbobiela

Sangre amarilla,
el lejano domingo y su beatitud aún aguardan
en el fondo del cristal.
Filosofía de bar disolviéndose
con los asuntos más mundanos,
la música te de vueltas.
Faltan todavía unas horas para la
llegada de los marcianos verdes.
Un beso robado
y el sonido del metal en la losa,
impregnaron una pincelada en el lienzo
sabatino.
Sangre amarilla,
fulgor dorado,
arco iris gris azuláceo.
La noche es como una sala de cine
y nosotros la película.
La filosofía nos entró por una oreja
y salió por la otra.
Los besos robados desaparecen
entre la espuma.
Los marcianos se acercan,
exigen al público abandonar
sus butacas.
El sonido del metal ha pasado
de la losa al asfalto.
El domingo ahora es un lejano
sábado.