sábado, 30 de junio de 2012

Centímetros de aire

Encontré tu foto,
entre las páginas de mi viejo libro de Bufalo Bill.
Buscaba cualquier cosa,
pero las cosas me encontraron.
Entre viejos papeles de recibos y cuentas,
poesías que un día fueron todo y hoy son leyendas cursis,
me pregunté por el sentido de las cosas.
Si los William Cody dejarán de ser héroes o si
empezaré a ser villano desde ahora.
En tu viejo departamento,
aguardando aún los papeles que nadie quiere recoger,
la sombra invertida que antes dejó una silueta es ahora
la de la tarde.
El billete de avión que al otro lado del océano se convirtió
en un cuerpo lejano,
las cifras en centímetros y centímetros de aire.
Dime algo,
dimelo todo,
no digas nada,
tampoco.
He olvidado los sueños.
Creo que eran todos,
pero desperté.
Me pregunto si estoy a tiempo aún de empezar de nuevo.
Alguien se acerca.
Le pregunto como fue la mudanza.
-Eso fue hace mucho, me responde.
Bienvenido al 2100".

sábado, 2 de junio de 2012

Regreso al bosque

Que extraño es,
mirar a los ojos
y hallar el vacío,
y no,
sentir el color,
atravesar,
las fibras más íntimas
y ser,
uno con el aire
y despertar,
bien,
y así seguir,
y así vivir.
Que extraño es,
escuchar mi propia
voz y sentir,
como la afonía
se apodera de todo,
y no ser más el grito
a fondo,
que estremecía
aquellas fibras
tan sensibles,
en todo.
Y no,
quien sabe más,
sí el viejo roble,
o las hojas secas
del rastro aquel.
Y quien sabe más,
si el rencor,
o la soledad.
Qué extraño es,
mirarme el espejo
al despertar,
una luz extraña,
como algo invisible
en la piel.
Qué extraño es,
estar de vuelta,
y ya no sentir
nada,
no sentir más nada,
solo estar.
Qué extraño es,
a quien le importa,
a donde te perdiste,
donde irás a parar,
ya no.
El rastro de hojas que
dejó,
el viento al escuchar,
mi voz tan afónica
y mis pensamientos
que se fueron
a algún lugar,
y quién sabe más,
si el rencor o la
soledad,
a quien le importa,
a donde te perdiste,
donde irás a parar.
Ya no....
ya no.
El rastro de hojas que
dejó el viento al escuchar,
se desintegra con
mi voz afónica
y mis pensamientos,
que se fueron
a algún lugar.