jueves, 14 de agosto de 2008

Despedidas


Ciertamente resulta difícil decir adiós a algunas cosas, en especial cuando llegar a la decisión ha sido un proceso muy lento y complicado. Muchos podrían considerar a esta observación como una querella, quizás una exageración, o como dicen, "buscar los cinco pies al gato" (en el fondo nunca comprendí esa frase, como no comprendo todavía eso de "sentar cabeza" o "madurar", ni que fuera un aguacate).


Muchos suelen presionarte para tomar decisiones, cuando en el fondo ni siquiera ellos saben que hacer consigo mismos... en otras ocasiones en cambio, nadie te escucha o alega demencia ajena (luego insinúan que te encuentras a la defensiva).


Adiós a tantas cosas... sería genial poder escapar ileso de todo, sin un solo rasguño... ¿Será eso posible?

2 comentarios:

Joy dijo...

No creo que sea posible, es decir, de eso se trata el tomar una decisión, siempre debes perder algo para ganar otra cosa, y en ese mismo proceso de pérdida, a veces se pierde mucho más de lo que estaba "planeado"; pero luego, cuando pasan los años, no es que el tiempo cure nada, sino que de cierta forma vas sanando y olvidando, por así decirlo, lo que sentías exactamente, solo quedarán recuerdos que ya no van a doler; y ahí, al menos yo, me doy cuenta de que he subido otro escalón, y que eso, que no me mató "me hizo más fuerte". Así suene a libro de Carlos Cuauhtemoc, es cierto :P

Un abrazo.

David Nikolalde dijo...

Hola Joy, gracias por tu observación, pero es necesaria una aclaración: me refería al cumpleaños de mi hermano Jorch (Hernán) quien cumple dos días después que tú. Cuidat un montón.