domingo, 14 de agosto de 2022

Un ciclo sin fin

Cada domingo se siente el final de algo, 
como si las montañas estuviesen por despejarse de su velo glacial; 
una especie de puente entre la vida y la muerte, 
entre la palabra y el silencio. 
Suelo andar junto a la carretera en cada fin de feriado, 
contemplando a los ansiosos por volver a su rutina. 
Siempre camino, alrededor de las 17 y las 18, 
bajo los últimos rayos de sol del día; 
escucho el crujir de las hojas muertas, 
para recordarme que seguiré vivo.

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