Las horas, minutos y segundos transcurridos
de repente han vuelto,
las leyes de la naturaleza fueron
valientemente quebrantadas.
La hoja que cae ahora vuela,
el viento emprende un camino
de regreso,
las manecillas del reloj quedaron
descompuestas.
Vuelvo a mirar los mismos
sueños y las dificultades
anteriores,
he vuelto a enfadarme por
la afrenta del pasado
y he vuelto a sonreír con
el cariño de ayer.
Nada de esto tiene sentido;
vivir en un minuto y
morir en un segundo.
morir en una hora
y renacer después.
¿En dónde escribirá el
fantasma su obra maestra?